Pocas cosas pueden llegar a preocuparnos tanto como que a nuestros hijos o hijas les pase algo.

Y de eso quiero hablarte hoy…

De señales que deberían alarmarnos, y hacernos sospechar de que nuestros hijos puedan estar padeciendo una posible depresión.

Vengo con este tema hoy, porque muchísimas personas me lo están consultando, y lejos de crear alarmismo, quiero informarte un poquito para que puedas tener esta ayuda de tu parte.

La depresión está clasificada dentro de los Trastornos del Estado de Ánimo, y es una realidad que a todos nos preocupa mucho, y que va en aumento día tras día.

No quiero robarte mucho tiempo, y quiero ir a lo concreto.

¿Qué debería preocuparte?

-Que hable mal de sí mismo “es que soy una tonta, siempre lo hago todo mal, no sirvo para nada”

-Malestar físico recurrente, que sería cuando se quejan muy seguido de diferentes dolores, “me duele la barriga, me duele mucho la cabeza” y así día tras día

-Cambios en los patrones de sueño, que duerman mucho más que antes, o que les cueste mucho conciliar el sueño.

-Cambios en su alimentación, que coman mucho menos e incluso comiencen a perder peso, o todo lo contrario

-Están la mayor parte del día enfadados, responden mal a nuestra interacción, y parece que siempre estuvieran enojados con nosotros

-Pensamiento más pesimista, nada parece motivarles, todo les parece mal, para todo encuentran “peros”

-No tienen ganas de relacionarse con su grupo de iguales, dejan de encontrarse con amigos para pasar tiempo juntos

-Dejan de disfrutar de la mayoría de las actividades, incluso de las que antes sí disfrutaban

A veces se da una sola situación de estas que te comento, a veces otras, a veces no detectamos ninguna, y a veces muchas. Sea cual sea tu caso, si realmente te preocupa y tienes la sospecha de que algo va mal, SIEMPRE SIEMPRE lo mejor que podes hacer es acudir a un profesional y consultar. Nunca te va a sobrar la valoración por parte de un profesional, y en tal caso, más vale siempre que te sobre, a todo lo contrario.